miércoles, 23 de junio de 2010

Al gran Martín sólo le queda un milagro





Pareciera empecinado en hacer que cada adjetivo que se le designe quede corto y vacío ante lo implacable de su vida, ante el viento que llena cada corazón que se infla televisión de por medio. Pareciera contestarle con una larga sonrisa a esa historia que a priori le regala adversidades y escepticismos. Le pone (le puso y le pondrá) siempre la mejor cara a esa catarata de pálidas que el azar y el caprichp le instalaron enfrente, disipándolas, derrotándolas, con ese grito ensordecedor y eterno, tan cargado de energía. Alimento de muchos sentimientos genuinos y espontaneos.


Definitivamente, el mundo cayó rendido ante ese cielo imponente y soleado con el 18 en la espalda. De seguro que la noche fría en la que confirmó su gloria una vez más, de a poco fue recibiendo el calor de las lágrimas contagiadas desde Sudáfrica. Cayéndose en algún bar, en alguna oficina, en algún suelo que sirva de manta para cobijar tanta ilusión.

Es que es imposible no alegrarse en la alegría de Palermo. Es que es imposible no reverenciar a Palermo y su carrera. A Palermo y su ímpetu; ese que lo hace sacrificar y correr cada pelota como si fuera el último movimiento de su existencia; a Palermo y su esperanza, esa que contagia en cada festejo, esa que invade el alma de cada hincha del fútbol, que no puede creer que aún exista resquicio para que él se siga superando; a Palermo y sus tragedias, esos momentos en los que el sol se fue a dormir, dejando que la noche hiciera estragos en cada sueño.

El ocaso de los griegos se rindió ante el titán del Olimpo argentino, que los mandó a casa con esa frialdad asesina presente en todo goleador. El gladiador de las mil suspicacias. El ídolo de las locuras impensadas e imposibles. El mástil de esa bandera azul y amarilla que de a poco se transforma en celeste y blanca. El optimista del gol y el de los pies de mármol.

El genio de los milagros. Uno de ellos, el que nos permite tejer esta ilusión cada vez más real y posible, en esa pesadilla lluviosa que parecía no terminar nunca.

Muchos viven preguntándose si Dios existe. Para algunos no. Para otros sí, y tiene el buzo de técnico de la selección argentina. Otros piensan que los milagros de Palermo son los mensajes divinos que llueven del paraíso, que nos hace creer que todo es posible.

                                                                         Alexander J. Algieri

18 comentarios:

  1. Excelente. Te digo que leo esto y me vuelvo a emocionar, como ayer cuando casi me rompo la garganta gritando el gol que todos esperabamos. Q tremendo lo que genera el gran Martin.
    Abrazo Alex

    ResponderEliminar
  2. Realmente lo de Palermo sorprende...ahondar sobre su capacidad goleadora sería redundar. Lo que ya se ha dicho sobre la historia del Optimista del Gol, no alcanza a describir lo que cada uno de los que sienten (al menos un poquito) el deporte. Martín es más que palabras y goles, es pasión.

    Esperemos que, por esta historia que El Titán está escribiendo, vuelva a pisar suelo verde sudafricano. Necesitamos otro capítulo

    ResponderEliminar
  3. Muy bueno. Grite mucho el gol, me quede afónica y me rei mucho también, porque no podía creer que Palermo hizo el gol! pero posta creo q tiene algun don o mucha suerte nose.

    Beso

    ResponderEliminar
  4. Yo estoy convencido que el hombre forja su propio destino. Pero no me jodan: hay tipos que son elegidos, que están predestinados. Palermo y su vida cinematográfica son la clara prueba de eso. Abrazo enorme Ale. Y felicitaciones por el espacio. Está muy bueno.

    ResponderEliminar
  5. Ay Palermo, Palermo, Palermo… Y pensar que yo era uno de los (muchos) que te criticaban. Quizás por tener una banda roja que me cruzaba el corazón y me tapaba los ojos no podía ver que detrás de esos movimientos toscos, casi espasmódicos de tus piernas se escondía el elegido, la última leyenda viviente de un deporte llamado fútbol. Esas lágrimas desatadas por el éxtasis de la agonía de aquella noche lluviosa, donde las esperanzas se escurrían como el agua que caía del cielo, sellaron un romance, que más que romance es devoción. Cuando vi que estabas por entrar se me llenaron los ojos de lágrimas. Ponía la piel de gallina escuchar a las miles de personas que estaban a mi lado corear tu nombre. Y cuando la cruzaste de derecha (si, de derecha!) estallé en llanto, quería abrazar a cada una de los compatriotas que me rodeaban. El grito de gol que inundo la ciudad se debe haber escuchado hasta Sudafrica. Mil batallas te llevaron al lugar que ocupas en el olimpo. Hacedor de milagros, luchador incalzable, cuando todo parece perdido la varita mágica parece señalarte una vez más. Se que algún dia le voy a contar a mis nietos que vi jugar a Maradona, a Messi… y a Palermo. Simplemente Gracias Martín!

    ResponderEliminar
  6. Tus textos siguen enriqueciendo la web, como siempre (lo sabés porque te lo digo) hay frases que me parecen geniales y es una mirada linda y con un costado más literario de lo que significa este tipo.

    Y esta vez quiero detenerme en el comentario anterior, el de Patorock, que creo es algo que moviliza. Las palabras de él y de tantos hinchas de River que han expresado su alegría por lo que hizo ayer Martín son algo inexplicable. Creo que cuando el Loco se retire estas cosas serán lo más grande que se lleve. Para muchos podría parecer una estupidez, pero para mí, un comentario como el anterior bien vale lo que dos goles al Real Madrid.

    ResponderEliminar
  7. Muchas gracias por las palabras. Fui un negado del aura de Palermo durante años. Hoy pido perdón por mi ceguera. Gracias Martín por el ejemplo de que los imposibles solo existen para los que no arriegan nada. Abrazo

    ResponderEliminar
  8. Muy bueno amigo, lástima que sos muy buen escritor pero no tenes idea de la redonda (ni afuera ni adentro de una cancha), pero igual narras muy buenas historias.
    Con respecto al tronco este de Martín ya fue, empujo un rebote hermano tampoco tanto quilombo habla del crack de Messi que nunca te gusto con la celeste y blanca.
    Las frases "el mundo cayó rendido", "El genio de los milagros" mmmm
    Te mando un abrazo.

    El fino

    ResponderEliminar
  9. Gente, no le den pelota al último comentario...es hincha de Independiente!

    ResponderEliminar
  10. Muy reconfortante lo de Palermo, pero creo que este gol a Grecia no entra en lo épico. Para ser sincero, realmente es un segundo gol de un tercer partido de un grupo mundialista que ya estaba definido. Se le dio demasiada importancia, lo que no quita lo increible de Martín Palermo.

    ResponderEliminar
  11. Definitivamente este tipo tiene un iman con la pelota. Tienen una conexion inquebrantable que hace que cada vez que se unen, ella haga exactamente lo que el quiere. Es increible lo que genera en cada uno, que va mas alla del equipo que seamos hincha. Ojala que su magia perdure por mucho tiempo mas.
    Excelente lo que escribis como siempre. Beso

    ResponderEliminar
  12. no entiendo porque tanto quilombo por un gol de palermoo, bienn rompiste otro record, hacia 80 años que no metia un gol un jugador de boca en un mundial, bienn estas a 14 de RONALDO,

    ResponderEliminar
  13. .... y todos quieren mas, quieren mas, piden mas.Todos desean que te llenes la boca de gol; gol definitorio y mundialista. ¿Pero sabes que Martín? Yo a vos no te puedo pedir mas. Porque si ademas de lo que ya me diste, te pido "Ese" gol, estaría siendo un avaro, un hipócrita, un insaciable. Así que lo lamento señores, por mi ya esta,todo lo que pueda venir después del gol a Grecia, sera un capitulo adicional de una película, que por mi parte puede terminar acá que las lagrimas ya están, ya te llore y me emocione. Si hasta sospecho de si el gol te debería agradecer a vos.Sos, la sensación del gol, Sensación que se genera aun estando fuera de la cancha , eso es algo que ningún otro goleador genero ni va a generar. Muy buen blog Chiqui.

    ResponderEliminar
  14. Chiki sos un fenomeno, tremenda forma de expresar lo que muchos sentimos.. solo pocas personas tienen ese don, aprovechalo men...

    ResponderEliminar
  15. qué personita triste tenés que ser para darte el lujo de hablar así, si se le puede llamar hablar a tu uso bastante desmejorado del idioma, primero aprendé a escribir te lo pido, una tilde una coma de vez en cuando ayudan un toque. De futbol no entendés nada, de todos los cracks que hay en el futbol argentino y ahora en la Selección, nombrás a Messi, a Messi! dejate de joder! Las idioteces que uno tiene que leer cuando escribir es gratis, para todo lo demás que no es gilada, existe Pelota de papel. Dejale la escritura a Chiqui que de eso sabe y mucho, y por qué no, dejale que te enseñe también un poquitito de fobal, a ver si te ayuda. Gracias MÁQUINA por poner en palabras la emoción colectiva, los doce comentarios de esta nota son suficientes para que lo sepas.

    ResponderEliminar
  16. Qué lindoooooo!!! Qué grande Martin !!! La pelota lo encuentra a él, qué emoción ese segungo gol con los griegos...Emocionante lo que escribiste Chiqui, aparte leyendo cada renglón uno mentalmente recuerda por TODO lo que pasó Martin, y la verdad que se merece el lugar que ocupa entre los 23. Besos, Sole ( para que después no digas que no te comento, acá estoy jaja )

    ResponderEliminar
  17. NO TE OLVIDES DE LO ÉPICO QUE FUE Y EL RÉCORD QUE ROMPIÓ CUANDO ERRÓ LOS 3 PENALES EN LA COPA AMÉRICA!!! ESO TAMBIEN ES PARTE DE ESTA GRAN HISTORIA DE REBOTES , CHIRIPAS Y CARAMBOLAS.
    HABLÁ DE MILITO QUE LE HIZO GANAR 3 COPAS AL INTER CON SUS GOLAZOS.ESO SI ES UN GOLEADOR CON MAYÚSCULA.
    IGUAL ES EXCELENTE LA NARRACIÓN.
    SALUDOS.
    EMANUEL.

    ResponderEliminar
  18. Muy bueno.
    Palermo hace emocionar de una forma muy distinta que cualquier otro crack del fùtbol.
    Un abrazo y espero con ansias nuevas escrituras!
    Fer.

    ResponderEliminar